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La prediabetes es una acumulación de glucosa (o azúcar) en la sangre causada por una escasez de insulina o resistencia celular a esta hormona.
El páncreas, un órgano situado detrás del estómago, segrega la hormona insulina para que las células del cuerpo puedan utilizar la glucosa como combustible. En las personas con prediabetes, la insulina no funciona como debería y no favorece la absorción normal de glucosa en las células.
Para compensarlo, el páncreas se esfuerza más por producir insulina, pero no consigue satisfacer la demanda. El resultado es una concentración de azúcar en sangre superior a la normal, lo que aumenta significativamente el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más del 84% de las personas con prediabetes no saben que la padecen. La prediabetes suele descubrirse a través de análisis de sangre y puede o no ir acompañada de síntomas.
De acuerdo con el CDC, se considera que tienes prediabetes si tus análisis de sangre muestran uno de los siguientes resultados:
A diferencia de la diabetes propiamente dicha, la prediabetes puede revertirse. Incluso puede ser posible sin medicación, mediante cambios en la dieta y el estilo de vida.
Las personas con prediabetes no pueden procesar normalmente la glucosa -el principal tipo de azúcar en el torrente sanguíneo y la principal fuente de energía de las células- y esta se acumula en la sangre. Para algunas personas, la causa es la resistencia celular a la insulina. Para otras, la producción insuficiente de esta hormona.
Se desconoce el mecanismo exacto detrás del desarrollo de la prediabetes. Sin embargo, aparte de la genética, varios factores de riesgo para la prediabetes son ampliamente reconocidos:
Tener sobrepeso
Una circunferencia de cintura superior a 102 cm en los hombres y 89 cm en las mujeres aumenta el riesgo de resistencia a la insulina.
Dieta poco saludable
Una dieta alta en azúcar, carne procesada y carnes rojas.
Estilo de vida sedentario
La inactividad y el sedentarismo incrementan el riesgo de sobrepeso. Además, no se aprovecha el azúcar como energía y se disminuye la capacidad del organismo para utilizar la insulina.
Tener más de 45 años
La edad aumenta el riesgo de desarrollar pre diabetes. Sin embargo, la afección puede ocurrir a cualquier edad.
Antecedentes familiares de diabetes tipo 2
Tener hermanos o padres con diabetes aumenta el riesgo.
Consumo de tabaco
Fumar o mascar tabaco puede aumentar la resistencia del organismo a la insulina.
Sueño interrumpido
Los estudios correlacionan la apnea obstructiva del sueño, una afección que altera el sueño, con una mayor resistencia a la insulina.
Síndrome de ovario poliquístico
Las mujeres con esta afección tienen un mayor riesgo de que se les diagnostique prediabetes.
Diabetes gestacional
Tener diabetes durante el embarazo es otro factor de riesgo, incluso si los niveles de azúcar en sangre se normalizan después del embarazo.
Ciertas condiciones médicas
La presión arterial alta o los niveles bajos de colesterol HDL también se han asociado a un mayor riesgo de prediabetes.
Raza o etnia
Las personas de color, hispanas, asiáticas e nativas americanas tienen un mayor riesgo de desarrollar la afección, aunque no está claro por qué.
Estos son los mismos factores de riesgo que conducen al desarrollo de la diabetes tipo 2. Varios de estos factores están bajo tu control.
A diferencia de la diabetes de tipo 2, la prediabetes no suele presentar síntomas. Muchas personas con prediabetes no saben que la padecen hasta que los análisis de sangre rutinarios detectan niveles elevados de azúcar en sangre.
Sin embargo, la resistencia a la insulina puede desencadenar afecciones como el síndrome de ovario poliquístico en las mujeres o una afección de la piel como la acantosis nigricans. La decoloración oscura sobre los pliegues del cuerpo y especialmente alrededor del cuello, las axilas, los codos, las rodillas o los nudillos puede ser un signo de prediabetes.
Los síntomas como la necesidad de orinar con frecuencia, un aumento de la sed, la fatiga o las heridas que no cicatrizan pueden ser indicativos de que la prediabetes ha progresado a diabetes tipo 2.
Un estudio indica que la prediabetes aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 15% y el de mortalidad por cualquier causa en un 13%.
De acuerdo con la misma fuente, la prediabetes es particularmente peligrosa para las personas con enfermedad cardíaca, incrementando el riesgo de todas las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad en general en un 37% y un 36%, respectivamente.
Si no se controla, la prediabetes puede progresar a diabetes tipo 2. Un artículo publicado en The Lancet señala que hasta el 70% de las personas con prediabetes desarrollan diabetes tipo 2, una afección que provoca numerosas complicaciones, entre ellas:
Presión arterial alta
Enfermedad cardiovascular
Problemas de visión
Accidente cerebrovascular
Daño a los nervios
Daño renal
Alzheimer
¿Qué diferencia a los que desarrollan prediabetes de los que no? Es probable que la alimentación y el estilo de vida influyan.
El tratamiento principal de la prediabetes suele incluir cambios en la dieta y el estilo de vida en lugar de medicación.
La metformina se puede recetar a pacientes con prediabetes considerados con alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Sin embargo, aunque algunos estudios respaldan su eficacia, este medicamento es controvertido.
También se pueden recetar medicamentos adicionales para controlar la presión arterial alta y el colesterol para limitar el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Una alimentación adecuada es una de las mejores maneras de gestionar la prediabetes y posiblemente detenerla antes de que se convierta en diabetes tipo 2. La dieta, junto con otros factores que se pueden controlar, también puede ayudar a prevenir la prediabetes.
Además de los cambios en la dieta, algunos otros cambios en el estilo de vida son efectivos contra la prediabetes:
La prediabetes aumenta tus niveles de azúcar en la sangre y te pone en riesgo de diabetes tipo 2 al tiempo que aumenta tu riesgo de mortalidad.
Usualmente no muestra signos y síntomas claros, pero puede ser identificado a través de análisis habituales de azúcar en sangre.
La prediabetes puede controlarse e incluso revertirse mediante una dieta saludable, ejercicio físico y cambios en el estilo de vida.
Los pequeños cambios diarios pueden tener un poderoso efecto acumulativo y hacer que la condición sea mucho más fácil de manejar. Empieza hoy.
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